Océanos de oportunidad: la gestión de nuestro recurso más preciado
Todos somos conscientes de que el agua es esencial para la vida. Entonces, ahora que el agua está a punto de ser más valiosa que el petróleo, es inevitable preguntarse: ¿por qué se nos da tan mal gestionar este recurso tan preciado?
Los datos muestran que, si no cambiamos los patrones de consumo actuales, para 2030 casi la mitad de la población mundial sufrirá estrés hídrico y que la demanda superará a la oferta en un 40 %.[1] Esto es alarmante, porque queda menos de una década para 2030. La necesidad de actuar es cada vez más urgente.
Las estadísticas generales sobre la mala gestión del agua en nuestra sociedad no deberían limitarse a causar desconcierto
Entonces, ¿cómo impulsamos la acción de los gobiernos, las empresas y las personas?
Casi tres cuartas partes de nuestro planeta están cubiertas por agua, por lo que, a priori, parece que aumentar nuestro suministro debería ser fácil. Sin embargo, lamentablemente, solo el 1 % de esa agua es apta para el consumo humano. El resto está congelado o fuera de nuestro alcance en océanos, lagos y aguas subterráneas.
“Es irónico que solo una pequeña fracción de los vastos recursos hídricos del mundo esté disponible para sustentar nuestra vida, mientras que una gran cantidad de personas carece de agua suficiente para vivir, a menudo debido a nuestra propia mala gestión de los recursos”, dijo Fady Jameel, presidente adjunto y vicepresidente de Abdul Latif Jameel.
Abordar el problema de la escasez de agua no se trata solo de proporcionar agua para beber, apoyar a nuestras comunidades y lograr que la industria siga funcionando. Como explica Fady Jameel en su artículo de Spotlight sobre la escasez de agua, el impacto de la disponibilidad del agua abarca otros temas que son fundamentales para el bienestar, el éxito y la sostenibilidad de la civilización humana.
Uno de ellos es la higiene. Como tan trágicamente demostró la pandemia mundial, la falta de higiene aumenta los riesgos de que se propaguen enfermedades prevenibles. Actualmente, alrededor de un tercio de los habitantes del planeta no tienen acceso a agua potable y más del 50 % carecen de acceso a un saneamiento seguro.[6] Si todos dispusiéramos de agua potable y saneamiento, se estima que la morbilidad mundial se reduciría en un 10 %. Además, más de 4200 millones de personas, aproximadamente la mitad de la población de nuestro planeta, carecen de un saneamiento seguro y dos de cada cinco personas no tienen acceso a instalaciones básicas para lavarse las manos en su hogar.[7] Esto tiene un impacto devastador en la mortalidad infantil: alrededor de 300 000 niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades diarreicas provocadas por la falta de higiene o el agua no potable.[8]
La agricultura, uno de los mayores consumidores de agua, es otra área crítica para la que es esencial contar con un suministro constante de agua adecuada. Sin no tenemos agua suficiente, la capacidad para alimentar a nuestras comunidades se pone en peligro y la seguridad alimentaria se debilita. Se espera que la población mundial alcance los 9700 millones en 2050[9]. En consecuencia, la demanda de agua aumentará exponencialmente, al igual que la preocupación por la seguridad alimentaria. También se ha demostrado que el incremento de la producción agrícola es una de las formas más eficaces de reducir la pobreza.[10] Por lo tanto, garantizar un suministro de agua adecuado no solo fortalece la seguridad alimentaria, sino que también puede ayudar a reducir la pobreza mundial, dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
También hay beneficios indirectos. Mejorar el suministro de agua a pueblos y ciudades; a las industrias; a los agricultores y a las comunidades rurales puede ayudar a reducir los riesgos de conflicto. La inseguridad hídrica puede ser un catalizador de disputas entre personas, comunidades e incluso estados. De hecho, el propio conflicto a menudo tiene un impacto devastador en el suministro de agua.[11]
Reducir la escasez de agua también puede ayudar a crear sociedades más justas e igualitarias. Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por la falta de acceso a instalaciones básicas de agua, saneamiento e higiene. Cuando no hay agua disponible, cuatro de cada cinco veces son las mujeres y las niñas quienes se encargan de recogerla. Esto reduce en gran medida el tiempo del que disponen para ir a la escuela o al trabajo. Las mujeres que recolectan agua también realizan más tareas domésticas no remuneradas, lo que les deja menos tiempo para desempeñar trabajos que generen ingresos.[12]
Los problemas relacionados con la escasez de agua no solo afectan a las zonas que normalmente se consideran faltas de agua, como partes de África u Oriente Medio, sino que afectan a todas las regiones. Por ejemplo, como se comenta en un artículo publicado en Abdul Latif Jameel Perspectives sobre los desafíos hídricos en América Latina, en esta región alrededor de 36 millones de personas carecen de acceso a agua potable[13] y 100 millones carecen de acceso a saneamiento. Si tenemos en cuenta los que dependen de letrinas o fosas sépticas, la cifra se eleva a 256 millones.[14]
Afortunadamente, no tenemos que esperar hasta que se descubra una solución a estos problemas. Al menos algunas de las respuestas a este rompecabezas ya están a nuestro alcance.
Reutilizar y reciclar
Hay dos formas principales de mejorar la disponibilidad global de agua dulce. Por un lado, utilizar nuestros suministros existentes de manera más eficiente, reduciendo, reutilizando y reciclando las aguas residuales (como explicamos el artículo de Abdul Latif Jameel Perspectives sobre la creciente inversión en sistemas de tratamiento de aguas residuales). Por otro, aumentar el suministro existente a través de la desalinización del agua del mar (como analiza Fady Jameel en su artículo de Spotlight acerca de los avances en la tecnología de desalinización de agua).
Como su nombre indica, las aguas residuales son aquellas que ya se han utilizado en nuestros hogares, negocios e industrias, y luego se liberan al medioambiente. Actualmente, alrededor del 80 % de las aguas residuales se vierten sin un tratamiento adecuado. Al mejorar el tratamiento de las aguas residuales y eliminar los contaminantes, estas se pueden reciclar en nuestros sistemas de agua para reutilizarlas, ya sea en la industria, la agricultura o como agua potable.
La teoría es simple. Sin embargo, hasta la fecha la inversión en sistemas de tratamiento de aguas residuales ha sido limitada, debido a una combinación de escepticismo público, barreras regulatorias, incentivos económicos deficientes y falta de apoyo gubernamental.
Por suerte, hay indicios de que esto está cambiando, en gran parte gracias a la creciente urgencia en torno a la emergencia climática y a un cambio del enfoque de las autoridades. De acuerdo con la Asociación Internacional del Agua, se estima que el mercado mundial del reciclaje y la reutilización de aguas residuales alcanzará los 22 300 millones de dólares para 2021, casi el doble que cinco años antes.[15]
La Unión Europea es un ejemplo de ello. Hasta hace muy poco la política de tratamiento de aguas residuales estaba fragmentada a nivel nacional. Sin embargo, en 2020 se aprobó un nuevo Reglamento de reutilización del agua que define los requisitos mínimos para el uso de agua reciclada en la agricultura en toda la UE. La nueva regulación tiene el potencial de incrementar la reutilización de agua en la UE de los 1100 millones de metros cúbicos por año actuales hasta 6600 millones.[16]
Carlos Cosín, director general de la empresa global de desarrollo de infraestructuras hídricas Almar Water Solutions, parte de Abdul Latif Jameel Energy, se muestra satisfecho ante esta acción de la UE, pero indica que para aprovechar realmente el potencial del tratamiento de las aguas residuales y aliviar nuestros desafíos hídricos se necesita un marco similar a nivel internacional.
“Se necesita un marco global con un enfoque como el que se está adoptando en la UE. Actualmente, las regiones y los países están trabajando para establecer sus propias regulaciones, en lugar de adoptar un enfoque más unificado. Este será el mayor desafío a lo largo de los próximos 10 años”, declara.
Alrededor del mundo hay ejemplos positivos que demuestran el potencial de las aguas residuales para transformar la eficiencia de nuestro uso del agua. Por ejemplo, la ciudad de Áqaba en Jordania, uno de los países con mayor escasez de agua del mundo, recolecta y trata el 90 % de sus aguas residuales, alrededor de 31 000 millones de m3/día. Por su parte, Singapur utiliza un proceso de microfiltración, ósmosis inversa, desinfección ultravioleta y equilibrio de pH alcalino, para cubrir el 40 % de sus necesidades hídricas.
Una solución salada
Está claro que el aumento de la (re)utilización de las aguas residuales tiene un enorme potencial para ayudar a abordar el problema de la escasez de agua mundial. La otra herramienta principal es la desalinización,
el proceso de extraer las sales disueltas en el agua del mar para crear agua dulce. Esta puede convertirse en agua ultrapura para beber o agua potable para la industria y la agricultura. Las dos tecnologías principales de desalinización son la desalinización térmica, que utiliza calor para evaporar el agua y separarla de la sal, y la desalinización por membrana, que utiliza la ósmosis inversa para transferir agua a través de membranas semipermeables y así eliminar tanto la sal como otras impurezas.
Ya existen más de 17 000 plantas de desalinización en todo el mundo.[17] Oriente Medio concentra casi la mitad de la capacidad total, mientras que Asia, China y Estados Unidos están aumentando rápidamente su capacidad de desalinización, al igual que varios países en América Latina.
Uno de los líderes en desalinización de América Latina es Chile, donde Almar Water Solutions adquirió la empresa de tratamiento de agua Osmoflo SpA. Desde la adquisición, ya ha ampliado su cartera de clientes, logrando un contrato de suministros de agua de tres años con la minera Mantos Copper.
“Pretendemos utilizar la experiencia en Chile como trampolín para otros proyectos en Latinoamérica. Esto complementa nuestra cartera de desalinización, tratamiento de agua potable, purificación de aguas residuales y operaciones con aguas industriales, demuestra nuestros ambiciosos planes para el futuro”, dice Carlos Cosín.
Históricamente, el desarrollo de la industria de la desalinización se ha visto obstaculizado por sus altos costes, no solo financieros, sino también ambientales, ya que para funcionar las plantas de desalinización requieren enormes cantidades de energía, que generalmente se deriva de fuentes de combustibles fósiles.
Sin embargo, los recientes avances podrían impulsar el desarrollo de plantas de desalinización alimentadas con energía renovable, lo que ayudaría a reducir la escasez de agua de manera más eficiente y sostenible. En nuestro artículo de Perspectives sobre la desalinización renovable analizamos estas innovaciones con más detalle.
“En mi opinión, la energía renovable es el futuro de la desalinización. En la región de Oriente Medio es solo cuestión de tiempo. En menos de cinco años, la tecnología de almacenamiento de baterías se habrá desarrollado lo suficiente como para tener una planta de desalinización solar y fotovoltaica independiente”, dice Carlos Cosín.
Comprometidos con un futuro más sostenible
Gracias a Almar Water Solutions, Abdul Latif Jameel está desempeñando un papel cada vez más importante a la hora de abordar los desafíos mundiales de escasez de agua.
Además de sus operaciones en Chile, la empresa tiene un papel importante en la planta de tratamiento de aguas residuales de Muharraq, en Baréin, y en 2018 se le adjudicó un contrato para desarrollar la primera planta de desalinización a gran escala de Kenia en Mombasa, la segunda ciudad más grande del país, destinada a abastecer de agua potable a más de un millón de personas.
En enero de 2019, Almar Water Solutions logró un contrato para desarrollar Shuqaiq 3 IWP en Al Shuqaiq, en la costa del Mar Rojo de Arabia Saudí, una de las mayores plantas de desalinización del mundo, con capacidad para suministrar agua limpia a alrededor de 1,8 millones de personas cada día. Ese mismo año estableció una agrupación empresarial en Egipto con Hassan Allam Utilities para ayudar a revitalizar la infraestructura hídrica del país. Esto propició la adquisición de Ridgewood Group una importante empresa de servicios de desalinización que ya opera 58 plantas de desalinización en Egipto.
La rápida expansión de la cartera de activos de infraestructura hídrica de Almar es una clara muestra de la intención y el compromiso de Abdul Latif Jameel de abordar este desafío urgente y mejorar el acceso a suministros de agua sostenibles de comunidades de todo el mundo.
Solo podremos desarrollar las soluciones necesarias para fortalecer la seguridad hídrica y garantizar el acceso al agua a todos aquellos que lo necesitan si se priorizan los desafíos relacionados con el agua y se fomenta la inversión, la innovación y las asociaciones en toda la sociedad.
[1] https://www.unwater.org/publications/world-water-development-report-2020/
[2] Water, Sanitation and Hygiene | UN-Water
[3] Water, Sanitation and Hygiene | UN-Water
[4] Drinking-water (who.int)
[5] Drinking-water (who.int)
[6] Water, Sanitation and Hygiene | UN-Water
[7] Water, Sanitation and Hygiene | UN-Water
[8] Drinking-water (who.int)
[9] https://www.un.org/development/desa/en/news/population/world-population-prospects-2019.html
[10] The state of food insecurity in the world – 2012 (fao.org)
[11] Water is a growing source of global conflict. Here’s what we need to do | World Economic Forum (weforum.org)
[12] WHO | Water, sanitation, and hygiene: measuring gender equality and empowerment
[13] https://www.worldbank.org/en/news/feature/2015/03/20/america-latina-tener-abundantes-fuentes-de-agua-no-es-suficiente-para-calmar-su-sed
[14] https://www.worldwatercouncil.org/fileadmin/wwc/News/WWC_News/water_problems_22.03.04.pdf
[15] https://reliefweb.int/report/world/wastewater-report-2018-reuse-opportunity
[16] https://www.consilium.europa.eu/en/press/press-releases/2020/04/07/water-reuse-for-agricultural-irrigation-council-adopts-new-rules/
[17] https://idadesal.org/wp-content/uploads/2019/04/World-Bank-Report-2019.pdf