Cambiando la marea
Leonardo da Vinci describió el agua como “la fuerza motriz de toda la naturaleza”. Sin embargo, hoy nuestros ecosistemas marinos penden de un hilo y está bajo una amenaza constante y creciente. ¿Qué está causando tantos problemas? ¿Por qué es tan urgente rectificar la situación y qué medidas podemos tomar?
Por Fady Jameel, presidente adjunto y vicepresidente, Abdul Latif Jameel
Los océanos equivalen al 70 % del planeta, cubren la asombrosa cifra de 362 millones de kilómetros cuadrados y suministran más de la mitad del oxígeno del mundo.[1], [2]. Desde los albores de la historia, los océanos han permitido el comercio entre los países de Oriente y Occidente, han llevado a los exploradores a descubrir nuevos continentes y han sido una de nuestras principales fuentes de sustento. En la actualidad, el mar sigue siendo el motor económico de muchas comunidades costeras y la vida marina continúa proporcionando nutrientes esenciales para una dieta saludable, particularmente en los países menos desarrollados.[3].
Pese a todo, nuestros océanos y la vida marina están amenazados. Durante el siglo pasado, la temperatura del agua aumentó en torno a 0,1 ºC[4]. A primera vista, esta cifra puede parecer insignificante, pero ya está afectando a la biodiversidad del océano. Por ejemplo, los arrecifes de coral, que dan cobijo y protección a miles de especies acuáticas,[5] están bajo amenaza, ya que el aumento de la temperatura mata las algas que los mantienen vivos[6].
En los sistemas acuáticos de agua dulce el problema es aún mayor. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), los ríos, lagos y humedales de agua dulce contienen el 10 % de todas las especies marinas, con más diversidad por kilómetro cuadrado que los océanos o la tierra firme[7]. Sin embargo, las intervenciones del ser humano, como la contaminación, las presas artificiales, la sobrepesca y la extracción de arena están minando tanto su diversidad como su abundancia.
Aumento del nivel del mar
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) estima que, entre 2081 y 2100, la temperatura del agua podría aumentar entre 0,40 y 0,63 ºC, en escenarios de bajas o altas emisiones respectivamente[8]. Desde un punto de vista científico, el agua más fría puede absorber más dióxido de carbono (CO2) Esto quiere decir que, a medida que los océanos se calientan, retienen menos CO2, que permanece en la atmósfera[9].
El mismo principio se aplica al aumento del nivel del mar, causado por el crecimiento del volumen de agua. La expansión térmica impulsada por la temperatura aumenta los volúmenes globales del agua del mar, incluso sin tener en cuenta el volumen adicional resultante del deshielo de los casquetes polares, que hará que los niveles del mar crezcan aún más. Y el problema se está acelerando. Se cree que el nivel del mar ha aumentado entre 13 y 20 cm desde 1900. Para 2100, se prevé que aumente entre 30 cm y 1 metro.[10].
Ya somos testigo de los efectos del aumento del nivel del mar en vista de las cada vez más frecuentes inundaciones costeras.[11]. Se estima que, para 2050, los 300 millones de personas que viven en zonas costeras experimentarán inundaciones al menos una vez al año, a menos que las emisiones de carbono se reduzcan considerablemente y se fortalezcan las defensas costeras[12].
Climate Central ha publicado un mapa topológico interactivo en https://coastal.climatecentral.org/map, basado en datos científicos revisados por expertos, para intentar comprender y cuantificar las áreas en riesgo.
La protección de nuestras zonas costeras también se ve socavada por el agotamiento de los arrecifes de coral.[13]. Cientos de millones de personas dependen de los arrecifes de coral para obtener una nutrición esencial, sustento, protección contra tormentas que amenazan su vida y oportunidades económicas cruciales. Son un eslabón fundamental en la cadena de suministro de alimentos de origen marino. Según datos de WWF, los arrecifes de coral ocupan únicamente el 0,1 % del área del océano, pero sustentan al 25 % de todas las especies marinas del planeta. De hecho, la biodiversidad asociada con los arrecifes de coral rivaliza con la de los bosques tropicales del Amazonas o Nueva Guinea.[14].
La concentración de arrecifes de coral más grande del mundo, la Gran Barrera de Coral, frente a las costas de Australia, comprende más de 2900 arrecifes individuales y 900 islas que abarcan más de 2300 kilómetros. Al igual que muchos de los miles de sistemas de arrecifes en todo el mundo, también está en grave peligro. Boston Consulting Group (BCG) estima que, si no actuamos rápido, nuestros océanos podrían quedarse sin arrecifes de coral para 2050[15].
Para las criaturas terrestres que habitan en la costa, el aumento del nivel del mar significa que las áreas circundantes de agua dulce se están volviendo más salinas, lo que pone en riesgo la vida de especies como las tortugas y las aves marinas.[16]. Esto también tiene un impacto significativo en la disponibilidad de agua dulce para el consumo humano.
Pescando problemas
El aumento de la temperatura del mar también está afectando a la industria pesquera, ya que la vida marina migra fuera de sus hábitats naturales hacia aguas más frías. Esto significa que las flotas pesqueras necesitan recorrer distancias mucho más largas para lograr capturas, lo que supone una mayor inversión de tiempo, dinero y energía, que a su vez deriva en más combustible y carbono en el océano y la atmósfera. Algunos han recurrido al uso de datos climáticos para que sus expediciones sean más efectivas. Otros están apostando por la “acuicultura” (cultivo de vida marina en condiciones controladas) o los criaderos (donde se crían y cuidan peces que luego se liberan en aguas naturales)[17].
Por si esto fuera poco, el 90 % de los bancos de pescado están amenazados, ya sea porque han alcanzado su máxima capacidad o por la sobrepesca.[18]. El bacalao, el pez espada y los tiburones son solo algunos ejemplos de especies cuya supervivencia está en peligro. Los arrastreros han sido objeto de un escrutinio particular, debido a sus técnicas de “dragado”, que capturan grandes cantidades de peces para después acabar descartando cantidades significativas. Los barcos de arrastre también dañan los ecosistemas marinos, en lo que la aclamada bióloga marina, Silvia Earle, denomina un enfoque de “bulldozer”. Ella sugiere que debemos ser más conscientes del “coste real” de nuestras actividades pesqueras y tomar mejores decisiones[19].
El Marine Stewardship Council (MSC) ha desarrollado un modelo de pesca sostenible y lo que describe como un estándar de medición basado en la ciencia para el sector pesquero. Sugiere tres medidas para la pesca sostenible:
- Pescar a un nivel que pueda continuar indefinidamente y mantener la población de peces productiva y saludable.
- Gestionar las actividades pesqueras para reducir su impacto ambiental y mantener la salud de otras especies y hábitats dentro del ecosistema.
- Las explotaciones pesqueras deben administrar sus operaciones de manera que cumplan con las leyes relevantes y puedan adaptarse a las circunstancias ambientales cambiantes.
La pandemia del plástico
Por si los efectos del cambio climático no fuesen suficiente, otra amenaza sin precedentes para el ecosistema marino es la gran cantidad de desechos plásticos que terminan en nuestros océanos. Se estima que, en total, hay alrededor de 150 toneladas métricas en todo el mundo,[20] que actualmente crecen a un ritmo de aproximadamente ocho millones de toneladas al año. Alrededor del 80 % proviene de fuentes terrestres, a causa de una conciencia y una recolección para el reciclaje deficientes. Los desechos plásticos amenazan a unas 600 especies oceánicas diferentes, que a menudo lo ingieren confundiéndolo con alimento.[21].También hay una creciente preocupación por los “microplásticos”. Se trata de pequeñas partículas de plástico, casi indiscernibles en el agua, que son ingeridas por la vida marina en todos los niveles de la cadena alimentaria, incluidos los peces, que luego consumimos los humanos y otros animales terrestres.
La consultora McKinsey estima que, según las tendencias actuales, podríamos llegar a los 250 millones de toneladas métricas para 2025, lo que se traduce en que habría una tonelada de plástico por cada tres toneladas de pescado[22]. Sugiere una serie de pasos para combatir el problema, que incluyen: establecer objetivos de gestión de residuos significativos y ensayados a nivel gubernamental, transferir la experiencia global y las mejores prácticas a las ciudades con mayor prioridad, garantizar las condiciones de inversión adecuadas para el proyecto y equipar a los proveedores de tecnología con datos detallados para abordar el problema[23].
El estudio de viabilidad para gestionar el medio marino
Para los más escépticos, quizás la razón de peso para proteger la vida de nuestros océanos se reduzca a la economía básica. BCG describe el océano como una “potencia económica”. Efectivamente, sería la séptima economía más grande del mundo, con un valor de más de 24 billones de USD, en particular gracias a que proporciona sustento y crea empleos en áreas como la pesca, el turismo y el transporte marítimo.[24].
Al mismo tiempo, más de dos tercios de la economía marina dependen del mantenimiento de unos activos saludables. BCG toma como ejemplo el Mar Mediterráneo, que baña las costas de 21 países de Europa, África y Asia, y del que viven más de 150 millones de personas a lo largo de sus costas.
Sin embargo, mientras que billones de dólares en bienes y servicios fluyen hacia y desde nuestras costas, los activos oceánicos siguen siendo explotados y se agotan cada vez más. Al no abordar cuestiones como el cambio climático, la sobrepesca y el agotamiento de hábitats marinos, como los arrecifes de coral y los manglares, estamos “desprestigiando la base de la capital del océano”.
En su informe de 2015 en colaboración con el WWF, Reviving the Ocean Economy: A Case for Action[25], BCG ya había propuesto ocho causas de acción para curar los activos oceánicos en cuatro pilares que se muestran a continuación: “objetivos significativos”, “entrega de políticas”, “gobernanza responsable” y “decisiones informadas e intercambio de conocimientos”.
Mares compartidos
El PNUMA participa activamente en la promoción de la protección y la gestión sostenible de los entornos marinos y costeros del mundo. Su Programa de los Mares Regionales (RSP) adopta un enfoque de “mares compartidos”, que involucra a los países vecinos para que colaboren en la toma de medidas específicas para proteger su medio marino común[26].
Esto cobra especial relevancia si consideramos que la mayor parte del océano corresponde a aguas internacionales, fuera de la jurisdicción nacional, o la protección, de cualquier país en particular[27]. En la actualidad, más de 143 países se han unido a 18 convenciones y planes de acción de Mares Regionales en África Occidental y Oriental, el Caribe, el Mediterráneo, el Pacífico Noroeste, los mares de Asia Oriental y el mar Caspio.
Las iniciativas recientes bajo el esquema de la ONU han incluido un proyecto en Maputo (Mozambique), en la costa sureste de África, donde el pasto marino es esencial para el sustento de las gambas, los pepinos de mar, las almejas y los cangrejos, importantes fuentes de alimentos y de empleo para la comunidad local. Sin embargo, la destructiva recolección de mariscos ha acabado con el 86 % de sus praderas de pastos marinos. Se ha puesto en marcha un programa, iniciado por la Universidad Eduardo Mondlane y con el apoyo del gobierno de Mozambique, para educar a la comunidad local sobre prácticas de pesca no destructivas, que también ayudarán a cultivar mariscos en los lechos de pastos marinos.[28].
Conocida como la “Aldea de Coral”, Onna Village en Okinawa, Japón, es famosa por sus arrecifes, que atraen a buceadores de todo el mundo. Aunque el turismo del buceo es beneficioso para la economía de Onna Village, no es tan bueno para los arrecifes. Como respuesta, se ha unido a “Aletas Verdes”, un programa de código de conducta liderado por el PNUMA que proporciona formación y recursos para los operadores de actividades de buceo y snorkel. El programa, que comenzó en 1999 con Reef World Foundation, una organización benéfica con sede en el Reino Unido, se está llevando a cabo junto con un proyecto local de recuperación continua que ya ha plantado 30 000 corales[29].
Las prácticas agrícolas y los planes de desarrollo costeros también están agotando nuestros bosques de manglares, que se cree que son capaces de almacenar hasta cuatro veces más carbono que los bosques tropicales, por ejemplo. En ciertas áreas, como Vietnam e India, ya se ha destruido más del 50 % del terreno histórico de los manglares[30]. Entre los proyectos de preservación de manglares que hay en marcha se encuentra una iniciativa en Velondriake, Madagascar, cuyo objetivo es restaurar y conservar más de 1200 hectáreas de bosque[31].
A partir de enero de 2020, las regulaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI) han reducido las emisiones permisibles de azufre de los buques marinos en aguas internacionales del máximo anterior de 3,5 % hasta tan solo un 0,5 %. Esta reducción en el contenido de azufre, que excede el 80 %, es la mayor realizada para un combustible de transporte de una sola vez[32]. Esto disminuirá significativamente la cantidad de óxidos de azufre que emanan de los barcos y debería tener importantes beneficios para la salud y el medio ambiente del planeta, en especial para las poblaciones que viven cerca de puertos y costas.
Un esfuerzo colaborativo
Revertir el daño colateral que hemos causado hasta ahora en los océanos no será una tarea fácil. Se necesitará un esfuerzo coordinado de empresas, líderes comunitarios, consumidores y gobiernos.
La Iniciativa Mundial sobre Turismo y Plásticos, impulsada por la ONU, cuenta con más de 450 signatarios, entre los que hay empresas, gobiernos y otras organizaciones. Todos ellos están dispuestos a contraer compromisos específicos para reducir los plásticos para 2025, a través de medidas que incluyen la eliminación de los envases de plástico innecesarios, la transición de los plásticos de un solo uso a plásticos reutilizables, y la supervisión para que todos los envases de plástico sean reciclables o compostables. Se publicarán informes públicos sobre su progreso anualmente[33].
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es un organismo ambiental con alrededor de 1300 miembros, entre los que figuran organismos gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y asociaciones empresariales y académicas[34]. En su Congreso Mundial de la Naturaleza en 2016, sus miembros aprobaron una resolución para proteger el 30 % del océano del planeta para 2030. Hace un llamamiento para apoyar a la investigación científica en el análisis y la supervisión de los efectos del cambio climático y utilizar el conocimiento para implementar estrategias de mitigación apropiadas.[35]. El próximo evento, que tiene lugar cada cuatro años, está programado para junio de 2020.
A título personal, estoy orgulloso de que Abdul Latif Jameel, a través de Almar Water Solutions, esté ayudando a abordar algunos de los problemas relacionados con la disponibilidad y la seguridad de los suministros de agua dulce en comunidades de todo el mundo.
Almar Water Solutions es un proveedor especializado de capacidades técnicas para el desarrollo de infraestructuras hidráulicas, incluido el diseño, la financiación y el desarrollo de las mismas. Ha demostrado ser el complemento ideal para Fotowatio Renewable Ventures, la sección de energía renovable de Abdul Latif Jameel Energy.
En enero de 2019, Almar Water Solutions se adjudicó el contrato en Arabia Saudí para desarrollar Shuqaiq 3 IWP, una de las plantas desalinizadoras de ósmosis inversa más grandes del mundo. Situada cerca de la ciudad de Al Shuqaiq, en el Mar Rojo, una inversión de 600 millones de dólares estadounidenses financiará el desarrollo de una planta del tamaño de 34 campos de fútbol. Cuando se finalice su construcción en 2021, suministrará 450 000 m3 de agua limpia cada día en un plan BOO de 25 años con WEC. Más de 1,8 millones de personas recibirán agua fresca del lugar, y se crearán 700 empleos.
La noticia de nuestra participación llegó menos de ocho semanas después de que se nos adjudicara el contrato para producir la primera planta de desalinización a gran escala de Kenia. Una vez operativa, la planta suministrará 100 000 m3 de agua potable a más de un millón de personas en Mombasa, en la costa de Kenia, donde una severa crisis hídrica lleva provocando interrupciones en el suministro desde hace varios años.
La solución comienza en la tierra
Como se mencionó anteriormente, más del 80 % de la contaminación del océano proviene de actividades terrestres. Además de los plásticos, se incluyen los vertidos urbanos, los desarrollos costeros, la escorrentía de pesticidas agrícolas y los vertidos de fábricas y plantas industriales.[36], [37].
National Geographic estima que las plantas de tratamiento de aguas residuales de los Estados Unidos vierten el doble de contaminantes que los petroleros. También destaca que otra amenaza son las algas venenosas y las plantas que entran a las aguas portuarias. Sugiere soluciones como establecer parques marinos para proteger la biodiversidad, reducir las prácticas de pesca de arrastre, minimizar el sónar militar que daña o mata especies como los delfines y las ballenas, y ayudar a los pescadores a utilizar métodos de conservación que les permitan mantener su forma de vida.[38].
Las soluciones son complejas. Pero proteger nuestros océanos debería ser uno de los principales temas de la agenda mundial sobre el cambio climático, especialmente en términos de seguridad alimentaria e hídrica. La población mundial actual de 7600 millones alcanzará los 9800 millones para 2050 y los 11200 millones para 2100. Para muchas comunidades, particularmente en los países más pobres, los mares aún proporcionan una fuente primaria de alimentos, nutrición y creación de empleo. Históricamente el océano se ha visto como una de las formas más efectivas de capturar carbono, pero ahora está llegando a su límite y necesita que lo protejamos con urgencia.
Tengo la esperanza de que, si las empresas, los gobiernos, las ONG y las comunidades trabajamos juntos con un espíritu de colaboración y acción, podremos salvar nuestros océanos antes de que sea demasiado tarde.
[1] https://www.weforum.org/agenda/2014/06/three-ways-can-save-worlds-oceans
[3] https://eatforum.org/content/uploads/2019/11/Seafood_Scoping_Report_EAT-Lancet.pdf
[4] https://www.iucn.org/resources/issues-briefs/ocean-and-climate-change
[5] https://www.nhm.ac.uk/discover/quick-questions/why-are-coral-reefs-important.html?gclid=Cj0KCQjw09HzBRDrARIsAG60GP9hNeNmABUXeDcVs2NiWNvNQJXEEuprOW5-Zs00HmfkK_wmQOvu8k0aAopVEALw_wcB
[6] https://www.weforum.org/agenda/2014/06/challenges-worlds-oceans
[7] https://smartwatermagazine.com/news/wwf/emergency-recovery-plan-could-halt-catastrophic-collapse-worlds-freshwater-biodiversity
[8] https://www.iucn.org/resources/issues-briefs/ocean-and-climate-change
[9] https://www.theguardian.com/environment/climate-consensus-97-per-cent/2017/feb/16/scientists-study-ocean-absorption-of-human-carbon-pollution
[10] https://ocean.si.edu/through-time/ancient-seas/sea-level-rise
[11] https://www.bbc.co.uk/news/science-environment-51283716
[12] https://www.theguardian.com/environment/2019/oct/29/rising-sea-levels-pose-threat-to-homes-of-300m-people-study
[13] https://www.iucn.org/resources/issues-briefs/ocean-and-climate-change
[14] https://wwf.panda.org/our_work/oceans/coasts/coral_reefs/
[15] https://www.bcg.com/en-gb/publications/2017/transformation-sustainability-economic-imperative-to-revive-our-oceans.aspx
[16] https://www.yaleclimateconnections.org/2018/05/rising-sea-levels-putting-wildlife-at-risk/
[17] https://www.yaleclimateconnections.org/2020/03/ocean-fish-swim-away-from-warming-waters/
[18] https://www.weforum.org/agenda/2018/07/fish-stocks-are-used-up-fisheries-subsidies-must-stop/
[19] https://marinebio.org/interview-with-dr-sylvia-earle/
[20] https://www.mckinsey.com/business-functions/sustainability/our-insights/saving-the-ocean-from-plastic-waste
[21] https://www.weforum.org/agenda/2019/01/we-can-stop-choking-our-oceans-with-plastic-waste-heres-how/
[22] https://www.mckinsey.com/business-functions/sustainability/our-insights/saving-the-ocean-from-plastic-waste
[23] https://www.mckinsey.com/business-functions/sustainability/our-insights/saving-the-ocean-from-plastic-waste
[24] https://www.bcg.com/en-gb/publications/2017/transformation-sustainability-economic-imperative-to-revive-our-oceans.aspx
[25] https://www.worldwildlife.org/publications/reviving-the-oceans-economy-the-case-for-action-2015
[26] https://www.unenvironment.org/explore-topics/oceans-seas/what-we-do/working-regional-seas/why-does-working-regional-seas-matter
[27] https://www.weforum.org/agenda/2014/06/three-ways-can-save-worlds-oceans
[28] https://www.unenvironment.org/news-and-stories/story/saving-mozambiques-seagrass
[29] https://www.unenvironment.org/news-and-stories/story/village-coral-moves-protect-its-namesake
[30] https://smartwatermagazine.com/news/wwf/climate-crisis-mangroves-bring-massive-benefits
[31] https://www.unenvironment.org/news-and-stories/story/greening-blue-championing-coastal-climate-solutions
[32] https://www.woodmac.com/nslp/imo-2020-guide/
[33] https://www.unenvironment.org/news-and-stories/story/tourism-tackle-plastic-pollution-new-commitment
[35] https://www.iucn.org/resources/issues-briefs/ocean-and-climate-change
[36] https://www.nationalgeographic.com/environment/habitats/ocean-threats/
[37] https://www.iucn.org/resources/issues-briefs/ocean-and-climate-change
[38] https://www.nationalgeographic.com/environment/habitats/ocean-threats/