El término “escasez de agua” se define como: “la falta de suficientes recursos hídricos disponibles para satisfacer la demanda de agua dentro de una región”.

A pesar de que un 70 % de la superficie de la tierra está cubierta de agua, el agua dulce es escasa y solo el 3 % del agua del planeta se considera apta para el consumo humano.

Asimismo, dos tercios de este pequeño porcentaje no están disponibles, ya que se encuentran congelados en glaciares y casquetes de hielo, retenidos bajo el suelo y en la atmósfera. De acuerdo con el Consejo Mundial del Agua, alrededor de 1100 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua y un total de 2700 millones sufren de escasez durante al menos un mes cada año.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) predice que la población mundial aumentará en 2 mil millones en los próximos 30 años, pasando de los actuales 7700 millones a 9800 millones en 2050, hasta llegar a 11200 millones en 2100[i]. Esto quiere decir que la demanda de agua potable continuará multiplicándose, probablemente de manera exponencial. A medida que crece la población mundial, también lo hace la demanda de agua, que amenaza con agotar los recursos naturales y dañar el medio ambiente.

Durante años, los científicos e investigadores del clima han advertido que uno de los principales efectos del cambio climático es “la interrupción del ciclo del agua”. Alrededor del mundo, en las comunidades que hemos construido y en nuestros ecosistemas naturales, nuestra dependencia del agua es fundamental, no solo para beber, sino también para el saneamiento, la producción de alimentos, la agricultura y la generación de energía. La temperatura del planeta continúa aumentando y, en consecuencia, el impacto en los recursos hídricos globales tiene la capacidad de ser devastador.

El daño potencial del cambio climático en el suministro de agua tiene una magnitud casi inimaginable, que amenaza de forma significativa también al comercio mundial, desde las agencias gubernamentales hasta los servicios públicos, los agricultores y los usuarios residenciales. Hace más de una década, Paul Dickinson, CEO del Proyecto de Divulgación sobre el Carbono (CDP) puso en marcha el Proyecto de Divulgación sobre el Agua, dirigido a concienciar a empresas de todo el mundo sobre el cambio climático y sus impactos en el agua, y advirtió que cada sector debería prepararse para el riesgo climático. Dickinson declaró:

“Gran parte del impacto del cambio climático se hará patente a través del cambio en la disponibilidad del agua, con la disminución de los glaciares y las alteraciones en los patrones de lluvias, que aumentan la probabilidad de sequías e inundaciones. Si el cambio climático fuese un tiburón, el agua sería sus colmillos. Se trata de un problema que las empresas necesitan comprender mucho más a fondo para concienciarse al respecto.”

¿Cuánto hemos aprendido y cuántas acciones tangibles se han tomado desde entonces? Si echamos un vistazo a los últimos datos, podemos ver que no lo suficiente. Muchos de los sistemas de agua en los que confiamos para mantener la prosperidad de los ecosistemas y de la población están en peligro. Los ríos y lagos se están secando, o están demasiado contaminados. Más de la mitad de los humedales del mundo, una parte fundamental de nuestro entorno natural, han desaparecido. El impacto es evidente: los patrones del clima y el agua están cambiando, provocando más incidentes debidos a un clima extremo, sequías e inundaciones.

Está claro que uno de los mensajes principales del Día Mundial del Agua de este año sea: “no podemos permitirnos esperar”.

El Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, es una conmemoración anual de las Naciones Unidas que se centra en la importancia del agua y en por qué debemos utilizar nuestro recurso más preciado con más responsabilidad. El tema de este año, “Agua y cambio climático”, destaca el papel fundamental del agua en la forma en que el mundo mitiga y se adapta a los efectos del cambio climático. La campaña de este año hace un llamamiento a los gobiernos, los legisladores, las empresas y las personas para que tomen medidas y reduzcan el consumo y el desperdicio de agua.

El desafío hídrico lleva tiempo siendo una prioridad en la agenda de Abdul Latif Jameel, dado que somos conscientes de que no podemos ignorar este creciente problema global. En un reciente artículo de Spotlight: Aguas turbulentas y el camino hacia el éxito”, Fady Jameel, presidente adjunto y vicepresidente de Abdul Latif Jameel International, describió su propio compromiso con la causa y habló sobre el progreso que están haciendo Abdul Latif Jameel y nuestros afiliados y socios.

A través de Almar Water Solutions, líder en el desarrollo de proyectos de infraestructuras hídricas, estamos trabajando duramente para enfrentarnos a los desafíos de la escasez de agua y la contaminación, desarrollando soluciones e infraestructuras a medida para gestionar y mitigar el impacto del cambio climático.

Acerca de la reciente Conferencia sobre Cambio Climático COP25 en Madrid (España), Carlos Cosín, CEO de Almar Water Solutions, comentó:

“El cambio climático está aquí para quedarse. El agua es un pilar clave para luchar contra el cambio climático y tenemos la responsabilidad de liderar nuevas prácticas y soluciones que puedan ayudar a aliviar la escasez de agua y la contaminación en todo el mundo. A través de la innovación y la búsqueda de nuevos recursos de agua no convencionales, podemos generar tratamientos más eficaces para un suministro de agua más limpio, mejorar el acceso al agua en áreas donde es escasa y, en última instancia, apoyar a construir un futuro más sostenible.”

El impacto de Almar ya es evidente en cuatro países susceptibles a la escasez de agua: Egipto, Bahréin, Arabia Saudí y Kenia, donde proporcionan agua potable a millones de personas, algunas en áreas con una situación extrema.

En 2019, Almar adquirió Osmoflo SpA, una innovadora empresa de tratamiento de agua con sede en Chile, un país que recientemente declaró la alerta de escasez de agua en más de 50 comunidades a lo largo de tres regiones diferentes. Con esta adquisición, Almar Water Solutions tiene como objetivo abordar con más fuerza los actuales retos hídricos en América Latina, proporcionando soluciones diversas, flexibles y de alta tecnología para el agua y las aguas residuales.

La filosofía de Almar es clara: el agua ocupa un papel protagonista en la batalla contra el cambio climático.

“Debemos utilizar nuestra experiencia en este tema para responder a los desafíos asociados con el desarrollo sostenible, llevando nuestro conocimiento y nuestras mejores prácticas a nuevas áreas y proporcionando soluciones hídricas para asegurar que las generaciones actuales y futuras disfruten de una vida mejor”, dijo Carlos Cosín.

La desalinización del agua del mar está considerada como una de las soluciones más efectivas para enfrentarse a la escasez3. Para ello, es clave que la innovación logre que la tecnología esté más fácilmente disponible, sin necesidad de infraestructuras costosas e instalaciones centralizadas, especialmente para los países en desarrollo.

Justo con este tipo de innovación en mente, el Laboratorio de Sistemas de Agua y Alimentos de Abdul Latif Jameel (J-WAFS) desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (ITM) de Boston busca esos avances tecnológicos que podrían transformar el sector del agua en general.

Fundada en 2014 en un esfuerzo por reunir todas las fortalezas del ITM y a profesionales de la investigación a nivel mundial para afrontar el desafío de satisfacer la necesidad mundial de agua y alimentos, J-WAFS ha facilitado una variedad de contribuciones a estos desafíos críticos.

Un proyecto que recibe subvenciones del laboratorio lo dirige la profesora Julia Ortony. Su objetivo es desarrollar un material de filtración nuevo y duradero que pueda ayudar a eliminar el arsénico natural que contamina gran parte del agua subterránea en el sur de Asia. Mientras tanto, los profesores asociados Mircea Dincă y Evelyn Wang tal vez llevan a cabo la investigación más llamativa de todas: están buscando modos de, literalmente, recolectar agua a partir del aire. Si lo consiguen, su investigación podría revolucionar el futuro de áreas remotas y con escasez de agua en todo el mundo.

Otro equipo de investigación, dirigido por científicos y académicos del laboratorio, el ITM y China, ha desarrollado un sistema de desalinización con energía solar completamente pasivo, que aprovecha la luz solar para transformar el agua del mar en agua fresca y potable. Si es efectiva, cada metro cuadrado equipado con esta tecnología de captación solar podría proporcionar algo más de 5,5 litros de agua potable por hora. Potencialmente, el sistema podría utilizarse para proporcionar una fuente de agua eficiente y de bajo coste en zonas costeras áridas situadas fuera de la red.

Stanford Earth declara: “La forma en que tratamos el planeta tiene consecuencias directas en la salud humana.”, y todos tenemos la responsabilidad de hacer cambios positivos a nivel individual.

GRACE Communications Foundation, una organización sin ánimo de lucro con sede en los Estados Unidos dedicada a crear un sistema alimentario más sostenible, ha desarrollado una calculadora de la huella hídrica online, que expone algunas verdades reveladoras. Esta herramienta gratuita demuestra el gran impacto en el uso del agua que pueden tener nuestros hábitos y acciones cotidianas, desde cepillarnos los dientes hasta lavar el coche.

El kit de herramientas del Día Mundial del Agua, desarrollado por la ONU, describe algunos pasos sorprendentemente fáciles que todos podemos adoptar a diario para abordar el cambio climático y tener un impacto significativo:

  • Limitar las duchas a cinco minutos o menos.
  • Apostar por una alimentación más basada en plantas.
  • Apagar los dispositivos tecnológicos para dormir.
  • Reducir el desperdicio de alimentos, reutilizando los que aún sean comestibles.
  • Tomar decisiones de compra sostenibles.

Una cosa está clara: no hacer nada no es una opción. La lucha contra la escasez de agua y el cambio climático requiere un esfuerzo global, y no podemos permitirnos el lujo de esperar.

Lea más sobre lo que puede hacer para marcar la diferencia aquí.

[i] Source: UN.org